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EL CARISMA MONÁSTICO PRESENTE Y FUTURO, R. Álvarez OSB

REFERENCIA GENERAL 016SC03

Una pregunta lógica: ¿Tienen aún sentido los monjes en el siglo XXI? La sociedad ha cambiado mucho, no sólo si nos remontamos a los siglos en los que surge el monacato cristiano, sino también en la actualidad.

Las necesidades que ocuparon a los monjes durante mucho tiempo: evangelización, cultura, enseñanza, sanidad, agricultura, etc., hoy están en manos de instituciones y personal cualificado. La misma Iglesia cuenta con numerosas congregaciones religiosas, así como valiosas comunidades cristianas de laicos comprometidos.

Afortunadamente también, en la Iglesia hay una conciencia cada vez más urgente de que la oración no es privilegio de unos pocos, sino patrimonio de todos los creyentes. Nada ni nadie puede dispensarnos de encontrarnos personal y comunitariamente con el Señor. La mismas práctica de la “lectio divina” va calando más y más en el pueblo fiel. Se trata de una actividad insustituible a la hora de conocer la voluntad de Dios, con el fin de dar una respuesta adecuada desde la propia vida.

¿Qué papel corresponde actualmente a los monjes? Por supuesto, no hay que buscarlo en el campo del hacer, sino en el del ser. Las comunidades monásticas están llamadas a ser un signo del reino futuro. Su vida ha de discurrir por cauces de gratitud, gozo y esperanza. En el seno de una sociedad tentada por el endiosamiento, la misión de los monjes no es otra que la de hablar de Dios. Más que con la palabra, con la propia vida, existencialmente. Desde la marginalidad y la radicalidad; en fraternidad y mediante el canto orante de alabanza

125 págs. (14x21 cms)

ABADÍA BENEDICTINA